No os perdáis este libro: Recomendable no solo por la historia, también por la técnica usada por el autor. Podréis comprobar su originalidad.
Erase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia...
En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía cuentos hermosos para escapar del horror de la guerra. Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras. Con estas palabras se escribió una historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable e imprescindible.
La muerte recuerda la historia de Leisel Meminger desde que la miró a los ojos por primera vez: el día que recogió el alma de su hermano pequeño del tren que los conducía a un nuevo hogar adoptivo, en las afueras de Múnich, su nueva familia, gente sencilla y nada afecta al nazismo. La segunda Guerra Mundial estaba a punto de empezar y Leisel era sólo una escuálida niña de nueve años que no sabía leer y hallará su salvación en la lectura. Aún no se había convertido en una ladrona de libros, pero pronto descubriría que compartir con sus vecinos el botín de sus hurtos, bajo las bombas, era lo único que podía cambiar su triste existencia. Una historia preciosa, apasionante, sobrecogedora y tremendamente humana sobre el inmenso poder de los libros para alimentar el alma humana.
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