miércoles, 10 de septiembre de 2014

CAPERUCIENTA ROJA

Había una vez una joven muy bella que no tenía padres sino madrastra, una encantadora viuda con sus dos hijas la cual más fea aunque muy hacendosas y poco dadas al chismorreo.
Un día su madrastra mandó a Caperucienta a que llevase unos pasteles a la casa de su abuelastra que vivía al otro lado del bosque, recomendándole que tuviera cuidado pues había gente poco recomendable por allá.
La joven tenía que atravesar el bosque para llegar a su destino, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas, okupas, gente de botellón...

viernes, 8 de agosto de 2014

TECNOFÍLIA Y ADICCIÓN TECNOLÓGICA

Artículo que me publicó el diario local EL MIRADOR DE CHURRIANA en su sección Columna de Opinión el pasado 14 de junio de 2014.


Es incuestionable el beneficio que ha traído Internet en cuanto a la enorme facilidad que aporta para la comunicación y el traslado en tiempo real de la información. En estos tiempos pueden leerse periódicos de New York o Buenos Aires al segundo en el ordenador de tu casa o en tu móvil. Te puedes poner en contacto en tiempo real con un amigo que se encuentre qué digo yo, en una playa de Cancún tomándose un mojito o comiendo sushi en Okinawa.
Internet y en concreto las redes sociales pueden ser y de hecho lo son un buen mecanismo de comunicación pero ahora resulta que podemos tener amigos “virtuales” en Estocolmo o en Santiago de Chile y sin embargo no hablarnos con el vecino del quinto cuando nos topamos con él en el ascensor. Y este problema se acentúa en las nuevas generaciones, pues salvándose quien pueda, conoceremos a buen seguro algún joven cercano que no logra despegarse del asiento frente al monitor de su ordenador, o sus dedos de móviles y tablets, perdiendo no solo tiempo de interacción real con humanos tangibles, especialmente sus amigos y familiares, sino también atrasando sus tareas, y estudios por preferir seguir obsesivamente la menor bobada que aparezca en una de tantas redes sociales (WhatsApp, Tuenti, Twitter, Facebook, Google +, etc.). Esta tecnofilia o afición, simpatía a la tecnología, internet y redes sociales, puede llegar en muchos casos a la compulsión y obsesión, es entonces cuando se puede hablar de adicción tecnológica.No es fácil en esta época sustraerse al hechizo tecnológico, y mucho menos impedir que la gente a nuestro alrededor y en especial nuestros jóvenes prescindan de estos artilugios. Eso sería nadar contra corriente, y no serviría de nada. Su poder es muy superior a nuestra capacidad de dominar su influjo. Digo más, en su justa medida no hay duda de sus importantes beneficios. Pero una cosa es la capacidad tecnológica de comunicación que tiene Internet y las redes sociales y otra muy distinta la comunicación real.Hay tiempo para todo, y el más importante es el que dedicamos a compartir con los seres queridos. Padres, hijos, abuelos, nietos pueden encontrar un espacio para hablar, contarse cosas, y tener el contacto físico indispensable para que fluya la vida real y no la virtual.No soy yo de los que cree que en unos años nos convertiremos en máquinas manejadas por máquinas, a semejanza de las historias de películas y libros de ciencia ficción de la talla de 2001, una odisea en el espacio; Yo, robot; o La rebelión de las máquinas. Aunque lo cierto es que en muchos de nuestros comportamientos llegamos a rozar estas exageradas citas cinematográficas. Pareciera como si nos manejaran en cierto modo.Entendidos en el tema proponen una “sencilla” práctica para probar nuestro grado de dependencia, elijamos cualquiera de estas: apagar el móvil un día entero; no encender el ordenador una noche; no jugar a la PSP o la Nintendo en un fin de semana.
Podría ser, que dicho ejercicio nos indicara a qué grado de adicción nos estaríamos enfrentando.A mi modo de entender esta cuestión, como supongo a la mayoría de ustedes, en este y en otros asuntos similares que la vida nos presenta, la experiencia nos dicta que en materia de placeres y divertimentos en la moderación reside la virtud.

lunes, 31 de marzo de 2014

UN REGALO INESPERADO

Apareció en medio de la calle descalza con el sujetador en la mano y unas llaves ensangrentadas. Todo su cuerpo estaba salpicado de rojo. Los viandantes se acercaron para comprobar su estado. Con su mirada vacía no dejaba de negar con la cabeza. A pasos cortos intentaba cruzar la calle. Le seguía goteando el fluido rojo de la mano.

domingo, 19 de enero de 2014

SUPOSICIONES ERRÓNEAS


Joe Cassano cerró la puerta corredera de su despacho, después de decirle a su secretaria que no le molestase durante un buen rato.
-Siéntese por favor- le dijo  a su cliente, ofreciéndole un cigarrillo que no aceptó.
- ¿Señor Cassano usted cree en la felicidad?-  le preguntó su cliente.

lunes, 6 de enero de 2014

EL AMOR POR LOS LIBROS


Queridos amigos, para empezar el nuevo año y como regalo de reyes os quiero obsequiar con un cortometraje que me ha parecido precioso, genial y de una sensibilidad extraordinaria. Sin lugar a dudas a todos los que nos gustan los libros y la lectura nos tiene que transmitir excelentes sensaciones. 
Este cortometraje lo tiene insertado la escritora y también popular blogera Mar Solana en su blog de literatura . Me he permitido copiar la dirección en Youtube e insertarlo en esta entrada. Seguro que os gusta. ¡Que lo disfrutéis!




Me permito adjuntar una serie de frases de personajes célebres sobre los libros para concluir este humilde homenaje a los libros y a la lectura.

  • “Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”. Proverbio hindú.
  • “Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer”. Alfonso V el Magnánino
  • “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”. Jorge Luis Borges
  • “Si tienes una biblioteca con jardín, lo tienes todo”. Cicerón
  • “Los libros son como los amigos, no siempre es el mejor el que más nos gusta”. Jacinto Benavente
  • “Un libro, como un viaje, comienza con inquietud y se termina con melancolía”. José Vasconcelos
  • “Ningún libro, como  ninguna buena casa, muestra todo su mérito desde el principio”. Thomas Carlyle
  • “No hay mejor fragata que un libro para llevarnos a tierras lejanas”. Emily Dickinson
  • “He buscado por todas partes el sosiego y no lo he encontrado sino en un rincón apartado, con un libro en las manos”. Tomás Kempis
  • “Un buen libro es aquel que se abre con expectativas y se cierra con provecho”. Aimos Alcott
Mi deseo de que leáis muchos libros este año. Y que cada uno de ellos os despierte la curiosidad y os haga adentraros en esos maravillosos mundos: cuentos, relatos, historias, vivencias, ensayos y una larga lista; para poder disfrutar de ellos. Y para los más jóvenes, mi intento y mi deseo de contagiarles este hábito tan maravilloso que es la lectura. 


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