DUBLINESCA - ENRIQUE VILA-MATAS

Su protagonista, Samuel Riba, de ascendencia judía por parte de madre, se ha jubilado tras años de ser un prestigioso editor literario y sobrevive ahora entre la dejadez de un matrimonio perdido en la atonía, la necesidad de seguir luchando contra el alcoholismo superado, pero que aún le acecha, y la afición enfermiza cada vez mayor en permanecer enchufado al ordenador, lo que le aisla como un autista informático.
Tras un sueño premonitorio se convence y convence a varios amigos para viajar a Dublín a celebrar el "Bloomsday" el 16 de junio, día en que se desarrolla el 'Ulises' de Joyce, con el propósito de celebrar allí el funeral de la era Gutenberg que sucumbe a manos de la era digital.
Novela en la que Riba vislumbra la decadencia de su edad, de un estilo consumado. Es una especie de paseo privado a lo largo del puente que une el mundo casi desmesurado y conciso, que va de la abundancia a la carencia, de la era Gutenberg a la de Internet.
El protagonista se aburre profundamente de como ha quedado su vida  y quiere celebrar un funeral por el mundo -por el suyo también- esto le permite tener algo que hacer para superar la atonía.
Dublinesca a mí pesar me ha aburrido -aunque su técnica es inmejorable, Vila-Matas sigue siendo un maestro en esto- las citas en esta ocasión me ha parecido más obsesivas que ingeniosas. Al principio coge buen ritmo que va decayendo y conforme avanza la lectura da un poco la sensación de pesadez. Es un buen libro, sin lugar a dudas, pero para entendidos y especialistas en Vila-Matas.