Lo
tengo todo planeado, cuando sea de noche y mis papás me manden a acostarme, yo
me haré el dormido, esperaré un ratito a que ellos se duerman y cuando estén
dormidos, me levantaré muy despacito e iré a la escalera que es de dónde se ve
bien la puerta de entrada de mi casa y allí me quedaré esperando a que ellos lleguen, porque tienen que entrar
por esa puerta, no hay otra.
Les
pondremos a los camellos un cubo de agua en el porche y en la mesita de la
entrada, para los reyes, una bandeja con mantecados y leche, leche con cola cao.
Espero que le gusten el cola cao. A mí me encanta ¡Está riquísimo!
¡Bien!
¡Bien! Ya se han quedado dormidos, ¡Por
fin! No puedo esperar más. Voy a la escalera, ¡Shiffff! no tengo que hacer
ruido, se pueden despertar y me fastidian el plan. A Quique no le he contado
nada, es un chivato y además muy pequeño, yo ya soy mayor.
Aquí
en la escalera junto a la barandilla es un buen sitio para ver entrar a los
reyes, a los reyes de verdad no a los imitadores que van en las cabalgatas o se
ven en la tele o sentados en el Corte Inglés, esos no son los verdaderos. ¡Pues
nada! aquí me quedaré sentado. Y espero que mi casa…… sea una de las primeras….
en repartir los regalos….
….¡Uuuuh!
¿Qué ha pasado? Estoy en mi cama. Ya es de día. No he podido ver a los Reyes
Magos. ¡Mier…! ¡Uuuh!, iba a decir una palabrota. Aunque, ¡Un momento! estoy
viendo una carta en la mesita de noche, la tinta es dorada, a ver que dice la
carta:
“Querido Javier:
Te encontramos dormido en la escalera, te subimos y
acostamos en tu cama. Aquí te hemos dejado tus regalos. Deseamos que te gusten
y que sigas portándote tan bien como hasta ahora: teniendo buenas notas en el
colegio y obedeciendo a tus papás. Muchos y apretados besitos para ti y tu
hermanito.
Pd: Muchas gracias por el agua, los mantecados y el cola
cao.
Rey Melchor.”
¡Madre
mía! ¡Qué alucine! Una carta del rey Melchor, cuando se lo cuente a mis amigos
Pablo y Esther no se lo van a creer. Y los regalos, ¡Están todos!, ¡Y hay más!:
La bicicleta de montaña; el juego de la Nintendo DS que les pedí en la carta y
otro juego de Doraemon. Está también el chándal del Málaga, un balón de futbol
y un microscopio para ver las cosas muy muy pequeñas, papá dice que se pueden
ver las cosas minúsculas, pequeñitas pequeñitas.
Bueno,
voy a la habitación de mis papás para que vengan a ver mis regalos, aunque
estoy un poco triste, me he quedado sin ver a los Reyes de verdad. ¡No importa!
hay una cosa buena, que me queda todo un año, un año entero para hacer un nuevo
plan y poder verlos el año que viene.
¡Sí!,
lo intentaré de nuevo con un nuevo plan y esta vez lo lograré, me ayudará mi
amigo Bob Esponja.
No me ha gustado. Una carta real a la inversa. Sí, mucha imaginación es la que Javier, pero nada comparado con la experiencia mía. Y no lo digo por que yo encarnara a un paje, no. Y eso que fue una de las más hermosas experiencias que yo haya tenido nunca. Como que hube de pasar un examen muy riguroso en aquel entonces (ahora los pijos dicen "casting") y lo pasé. Y ayudé al mejor Rey que hay, sin punto de comparación.
ResponderEliminarLo ayudé a recoger cartas de niños nerviosos que nos veían pasar solemnes, por todas las calles empredradas del pueblo. Pero no era un Rey cualquiera. Era el mejor de los tres. Y yo, su paje, su escudero, su cartero, su guía en la noche helada. VIVA BALTASAR, REY!!!
http://joseanbejarano.blogspot.com/2012/01/5-de-enero-de-1966-querido-rey-sm.html